Ahora que esta tan de moda el gin-tonic, permitirme unas
palabras sobre el asunto.
Allá por el año 86 probé
mi primer cubata y fue eso un cubata, básicamente se componía de ginebra Larios con
coca-cola y hielo, servido en vaso de tubo. Lo probé en La Torre de la Horadada
en un pub que se llamaba “La Plass” y creo que no me gustó, pero había que
bebérselo y me lo bebí.
Al poco me saturé del sabor empalagoso de la coca-cola y me
pasé al gin-lemon, que venía a ser lo mismo pero sustituyendo la coca-cola por
limón.
Al cabo de los años probé todos las demás brebajes
inimaginables en cuanto a su composición hasta que a mitad de los 90 me planté
en el ron con naranja, pues en esa época se dio una revolución en el mundo de
ron y se puso muy de moda.
La tónica nunca me gusto y por mucho que intenté que me
gustara el gin-tonic, nunca lo soporté.
A finales de los 80 empecé a trabajar en bares de copas y
por entonces la variedad de ginebras era muy sencilla, Larios, Gordon’s y
Beefeater, el gin-tonic se componía de una de estas variables a la que se le
añadía tónica Schweppes y como mucho una rodaja de limón, algunos habíamos oído
hablar por entonces de la tónica Finley pero más bien era un rumor pues nuca
tuvo cabida en la cámara de los bares de copas.
Pasaron los años y cuando monté mi garito de copas el ron
estaba pegando muy fuerte, y las ginebras aunque habían aumentado en número todavía
eran algo muy escasas, básicamente añadiríamos a las anteriormente mencionadas
las siguientes marcas: Bombay, su varieda “Sapphire” de color azul y Tanqueray.
La preparación era más o menos la misma, vaso de tubo con
hielo, chorrito de Ginebra y tónica Schweppes, ya por entonces se estilaba el
pasarle una corteza de limón por el vaso de tubo, pero dicha aplicación estaba
solo al alcance de los muy sibaritas y no era corriente.
Pasó el tiempo y todo dio un giro abrumador, cientos de
ginebras, cientos de tónicas y una variedad de especies aromatizadas con las
que aumentar las propiedades de tan digno brebaje llamado gin-tonic, se
defenestro el vaso de tubo y pasamos al “copón de Bullas”.
Son muchos mis amigos y familiares que le rinden pleitesía a
este rito de tomarse un gin-tonic y aunque yo lo he intentado, la tónica sigue
dándome asco. Pero un día probé uno de
estos gin pero combinado con sprite o seven up y eso me gustó, si ya se que no
es lo mismo, pero me gustó.
Hace unas semanas de visita por Madrid me llevaron a un Pub
especializado en gin-tonic y fue entonces cuando me decidí a pedir en público
un gin con sprite. Me pusieron mi copa a rebosar de hielo, mi ginebra de marca
irrecordable y mi sprite servido con cucharilla. Lo probé, estaba
riquiiiiiiisiiiiiimo, y me dije, esto será mi bebida a partir de ahora, pero
conforme pasaban los minutos mi decepción fue en aumento ya que el sabor se
perdía y aquello se aguaba, por lo que llegué a la conclusión que de nada te
vale que te pongan una ginebra de 50 pavos, una tónica rara de cojones y varias
hierbas aromáticas si el cabrón del camarero te llena la copa de hielo y al
final solo bebes agua.
Así que……………menos hielo en vuestro gin-tonic o bebéroslo en
5 minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario