martes, 4 de enero de 2011

Los Libros


Recuerdo que empecé a leer mas por obligación que por pasión, pero esa obligación duro poco y creo que estaba en mi subconsciente el que al final la literatura me atrapara y me convirtiera en un adecentado lector.
No debería tener mas de 10 o 12 años cuando me dijeron que leyera en voz alta para corregir el tartamudeo que me iba atrapando y mi padre un ávido lector me dio un libro llamado Momo para que mientras él anda por casa yo se lo leyera desde mi habitación.
Bien es cierto que luego en el colegio leímos a Cervantes y sus novelas ejemplares, Pio Baroja y su Zalacain el aventurero o El Lazarillo de Tormes, pero esas novelas fueron impuestas, así que considero que la primera novela que leí fue Momo de Michael Ende.
Después de algún tiempo haciendo estos ejercicios de lectura en voz alta, algo debió despertarse en mi interior que enseguida me atrajo a la lectura, en casa de mis padres no faltaban libros de toda índole y ver a mi padre leyendo en la cama y con un par de libros en la mesilla era algo habitual que todavía se repite.
El tiempo fue pasando y cada vez se encallaba mas en mi la costumbre de leer, no había noche que no me acostara sin al menos leer un par de paginas de algún libro, incluso cuando llegaba en condiciones deplorables después de un viernes o sábado de marcha con los amigos, debía coger un libro y leer un rato antes de quedarme dormido.
Con el tiempo me impuse unas rutinas de lectura que se basaban en leer al menos 10 paginas por día, rutinas que no suelo saltar si no es por causas mayores.
Mis hijas viendo a su padre tan encantado con los libros se sienten realmente atraídas por ellos y los observan con atención, quieren que les cuenten de que van y creo que esta naciendo en ellas ese sentimiento que me atrapo a mi.
Ahora oigo hablar de unos libros electrónicos y realmente no concibo un tipo de lectura en donde no se pasen paginas, no concibo el no acumular volúmenes en estanterías, tengo que confesar que existe una cierta erótica en la adquisición de libros, soy un enfermo del orden, los compro, los leo y los guardo por autores, miro mi pequeña biblioteca y me encanta ver esos lomos de diversos colores y tamaños que se van acumulando, tengo un sueño, una habitación rodeada de libros en sus estanterías y un gran sillón con su reposa pies, buena luz y un gran aparato de música, eso si la quiero insonorizada y que se cierre por dentro.